miércoles, 19 de junio de 2013

Pesadilla.

La puerta se abrió lentamente produciendo un leve chirrido, el aire golpeo mi rostro y la luz me cegó por unos segundos... Luego vino el murmullo, un sonido constante que y apenas perceptible, pero era evidente que estaba ahí, causando escalofríos que me recorrían enteramente. Y finalmente él. Una sombra se deslizo rápidamente en mi habitación. La puerta se cierra bruscamente y logro escuchar una respiración pesada que se acerca hasta quedar al lado de mi oído. Y en ese instante una risa que comienza siendo tímida como la de un niño hasta transformarse una violenta carcajada que parece perforar mis tímpanos.



Me despierto en el medio de la noche, una transpiración fría cubrió mi cuerpo y respiro dificultosamente. Él no me había visitado por al menos 60 años. Pero era ridículo que apareciera ahora, hacía años que había escapado de mi propia imaginación... De mis pesadillas y mis demonios, todos había quedado atrás, todos habían quedado en la casa.  
Apareció por primera vez cuando tenia 8 años, él simplemente llego de un día para el otro y jamas se fue. Aun cuando era de día podía escucharlo murmurando aunque todos parecían ignorarlo.
Los años pasaron, hice mi mejor esfuerzo por soportarlo y en la primera oportunidad me fui de casa. Pero ahora a mis 68 años de edad, él, quien había estado enterrado en lo mas profundo de mi memoria, había vuelvo.
Era hora, ya no podía seguir escondiéndome, tenia que probarme a mi mismo que "él" solo era un invento mío de cuando era pequeño para callar las peleas entre mis padres, sobre todo los llantos desconsolados de mi madre.

Al otro día desayune temprano y tome el primer tren con destino a mi ciudad natal. No parecía haber cambiado mucho, un lugar apagado, generalmente frió y monótono. No precisamente un lugar ideal para que un niño de 8 años crezca. Pero era lo que nos podíamos permitir en esos tiempos. En fin, estaba devuelta en mi hogar.
No tarde mucho en ubicarme y encontrar mi casa. Pero al verla me quede paralizado. No estaba seguro de querer entrar. ¿Y si él todavía estaba adentro? ¿Y si no había sido mi imaginación?. Las dudas se arremolinaban dentro mio retorciendo mi estomago y causándome un punzante dolor de cabeza.
Pero después de todo... Tengo 68 años, no tengo hijos, no tengo dinero, y cada día me cuesta más respirar. No tengo mucho que perder y no viaje hasta acá solo para contemplar la casa.
Llene mis pulmones de aire helado y marche firmemente hacía la casa. Esta permanecía intacta, parecía que estuviera recién construida, pero a pesar de esto note que nadie vivía ahí, el pasto del patio del frente estaba terriblemente alto y descuidado.
Busque al rededor del marco de la puerta la antigua llave, la cual para mi sorpresa aún estaba ahí, parecía que después de mis padres, nadie volvió a vivir en esa casa. No sabía si preocuparme por eso o sentirme aliviado. De todas maneras, era muy pronto para saberlo.
Por dentro la casa estaba vacía, y en absoluto silencio, la luz estaba cortada, al igual que el gas y el agua. Eso realmente no importaba, no pensaba quedarme mas de una noche y tenia lo necesario.
Mire hacía arriba de las escaleras y pude ver la puerta de mi antiguo cuarto, el lugar donde él aparecía. Lo dude por unos minutos, o tal vez varías horas pero finalmente decidí subir y ver mi habitación.
Lo que vi me atemorizo, mi cama estaba ahí, como si me hubiera estado esperando todos estos años, trague saliva y me acerque un poco. Una delgada linea de polvo la cubría pero no se necesito mas que dos golpes sobre esta para que se disipara y se esparciera en el aire.
Las horas pasaron y coloque algunas velas en ambos pisos para iluminar un poco la casa.
Finalmente mis viejos parpados estaban cediendo, al igual que mis piernas, así que llego la hora de ir a la cama.
Subí las escaleras y me quite los zapatos antes de entrar. Sin embargo me deje mi ropa puesta y me acosté.
El sueño fue inundando mi mente hasta que finalmente sucumbí.


No estoy seguro de cuanto tiempo había dormido pero finalmente con un leve chillido se abrió la puerta, el aire golpeo mi rostro y la luz me cegó por unos segundos... Luego vino el murmullo, un sonido constante que y apenas perceptible, pero era evidente que estaba ahí, causando escalofríos que me recorrían enteramente. Y finalmente él. Una sombra se deslizo rápidamente en mi habitación. La puerta se cierra bruscamente y logro escuchar una respiración pesada que se acerca hasta quedar al lado de mi oído. Y en ese instante una risa que comienza siendo tímida como la de un niño hasta transformarse una violenta carcajada que parece perforar mis tímpanos.
Estaba a punto de llorar cuando escuche algo entre la risa...
Las palabras fueron cortantes y claras...
Él dijo: "Te estuve esperando".



2 comentarios:

  1. Realmente escalofriante, sin duda alguna. Lo que más me ha gustado ha sido la forma en que describes a ese monstruo que le persigue en sus "pesadillas" (¿o tal vez no lo son?) así como explicas cómo se ríe.
    Genial.

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    1. Me alegra que te guste :) Voy a tratar de publicar mas mañana!

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